lunes, 19 de enero de 2009

Peguche no tiene vigilancia privada

Redacción Ibarra

La cascada de Peguche es uno de los sitios más visitados en el cantón Otavalo, en Imbabura, pero falta infraestructura y seguridad.

Según el registro de acceso a ese lugar, semanalmente llegan unos 500 visitantes y en los feriados esa cifra se triplica.

El acceso a la cascada es gratuito. Sin embargo, los visitantes deben registrarse en el ingreso y contribuir voluntariamente para el mantenimiento del complejo.

Este integra un sendero principal, zonas para acampar, un puente situado sobre el caudaloso río alimentado por la cascada. También hay senderos ecológicos que conducen a los miradores del sector.

“Periódicamente vengo con mi familia, porque es agradable caminar y aproximarse al bosque. Pero la presencia de guardias sería esencial para evitar posibles robos”, dijo Elena Moncayo, turista quiteña.

La cascada lleva el nombre de una de las comunas indígenas más famosas de Otavalo, Peguche. Este poblado se destaca por la manufactura de artesanías, sus instrumentos y grupos musicales.

La cascada tiene una caída de 20 metros y se halla dentro de las 40 ha de bosque protector de la cuenca hidrográfica. Rubén Velalcázar, director regional del Ministerio de Turismo, aseguró que este y otros atractivos del cantón son promocionados local y mundialmente en trípticos y en la Web.

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