sábado, 28 de marzo de 2009

Los Kallari conquistan a Whole Food

Los Kallari conquistan a Whole Food 1200 familias cultivan el cacao para elaborar las barras de chocolate.

Redacción Agromar

Nora McDonnell se encontró con los Kallari en Nueva York. Un año antes, ella había estado en Tena, donde vivió con una de las familias indígenas kichwas.
Los Kallari habían llegado para presentar la barra de chocolate y el cacao orgánico en la feria verde de la ciudad cosmopolita.

Nora apareció allí con su padre Stephen, a quien lo convenció para ayudar a estos campesinos, quienes viven entre los bosques de Tena y cultivan cacao fino de aroma y orgánico, junto al plátano, yuca, maíz, frutas, árboles y plantas medicinales.

Carlos Pozo, director de Comercialización de Kallari, recuerda que la muchacha vivió en la comunidad Río Blanco, a una hora de Tena.

McDonnell probó un trozo de chocolate y le encantó. Era casi finales del 2007. Tanto se interesó que al siguiente año visitó las comunidades y a la familia kichwa que recibió a su hija. Y así se convirtió en la Lámpara de Aladino de los Kallari.

El empresario -un importador de carne orgánica de Argentina- les dijo que el chocolate era bueno, pero que podía mejorar, cuenta Elías Alvarado, director de Producción. “Nos dijo que podíamos exportar una barra más fina y elegante. Él tiene mucha experiencia en el mercado que nosotros. Se arriesgó por nosotros y nos dio el dinero”.

Alvarado dice que les prestó USD 380 000 sin intereses y lo pagarán cuando Kallari empiece a tener ganancias.

Con esos recursos se inició el sueño de los Kallari de producir la barra a gran escala y venderla en Estados Unidos. Y McDonnell también fue el enlace para ingresar a las perchas de Whole Food, una cadena de supermercados de productos orgánicos. A esa tienda, McDonnell entrega su carne orgánica.

Los Kallari vendieron el año pasado 185 000 barras (50 y 75 gramos). Antes ya producían la barra, pero en pocas cantidades y en forma artesanal, que se exportan desde 2006. McDonnell los visita cada cuatro meses y los impulsa a producir más cacao, dice Pozo.

El nuevo sueño de los indígenas es crecer a 5 000 hectáreas en el 2010 e integrar a más familias a Kallari, una asociación de agricultores que cultiva el cacao en chacras desde hace 12 años.

Por ahora, los chocolates para Whole Food y el cacao en grano que se exporta a la empresa suiza Felchlin son de 1 200 familias. Ellos cultivan 1 300 hectáreas de cacao, de las que 800 tienen la certificación orgánica alemana BCS ÖKO y la certificación Rainforest Alliance.

El nuevo sueño se hace realidad con cada media hectárea que renuevan los campesinos. La agricultora Edelina Andi muestra 300 plantas pequeñas que sembró hace un mes.

Diego Grefa expresa que renovarán 400 hectáreas y ya se sembraron 200. Las plantas son del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, lo cual es una garantía.

Pedro Ramírez, técnico de la cooperación alemana GTZ, que apoya a los Kallari, manifiesta que esas plantas dan de 25 a 30 quintales por hectárea. Patricio Ashanga, Rosa Grefa, Delma Bósquez y muchos más agricultores llevan en carretillas o en sacos las pequeñas plantas para producirlas.

Esta renovación empezó hace cinco meses con el financiamiento del Departamento de Agricultura y Catholic Relief Services de EE.UU. Los productores quieren más apoyo y lo pidieron al agregado agrícola, Eugene Philhower, quien visitó esta semana las plantaciones.

Philhower les ofreció analizar el pedido. Los Kallari esperan.

Fuente: Diario El Comercio.

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