Un trencito cargado de sonidos experimentales hizo una parada en el Teatro Nacional Sucre, el jueves. Desde Italia para Ecuador, varios músicos llegaron para contar historias, sueños y entenderse con los ecuatorianos en el mismo idioma: la música andina.
Con trajes especiales y rodeados de la Banda Cuadrada, los intérpretes de El Trencito de los Andes demostraron que los sanjuanitos se tocan y se cantan con sentimiento, aun fuera de los Andes.
Para los que no consideren esta posibilidad, Raffaele María Clemente preguntó al público: “¿Cómo definirían un sanjuanito compuesto por unos italianos de la ciudad de Roma?… Y, ¿ qué significa hoy música andina?”.
La respuesta surgió por sí sola durante el concierto de dos horas, pero el artista aclaró su propuesta: “Música andina es un idioma musical dotado de sintaxis propia, como el castellano, que puede hablarse tanto en España como en Ecuador o en Nueva York, siendo siempre el mismo”.
Esa complicidad se notó a lo largo del recital, que además de letras cantadas en castellano tuvo estrofas en quichua. Por eso, el público indígena se identificó con los sonidos y las historias.
Daniela Lorenz y Laura Grasso pusieron las voces femeninas, mientras que Raffaele María Clemente, Felice María Clemente y Luis H. Gramal aportaron con los sonidos de la guitarra, el charango, el arpa, la flauta… Los italianos notaron, además, que la escala pentatónica andina está compuesta por cinco sonidos.
En algunos temas, un grupo de jóvenes indígenas salió al escenario para bailar en círculo, mientras que atrás sonaban violines y otros instrumentos sinfónicos con la misma fórmula andina.
Carlos Aroca, del grupo folclórico Rupai, estuvo entre el público y dijo que le pareció una buena interpretación de la música tradicional. “Con escuchar las raíces andinas se dedicaron a trabajar en ellas. No se trata de una fusión, sino de una vivencia”.
Después de escuchar el recital del Trencito de los Andes, Alberto Taxo, yachag (maestro) andino, destacó que la música andina haya llegado hasta territorio italiano con este proyecto. “Es un lenguaje vivo que compenetra hasta las últimas células de nuestro ser, seamos o no indígenas”.
Después del concierto, un tren y un pájaro de esponja aparecieron en escena. Los músicos le dedicaron su último tema al rondador.
es un grupo exelente,muy pero muy bueno, me encanta los san juanitos, y sigan adelante no se olviden d la gente q los quieren, saludos de parte d mi padre quien les iso los instrumentos laureano mamani, de bolivia.....
ResponderBorrarya se olvidaron de usted
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