Intercambio
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| Robert Mirabal obsequió semillas y otros recuerdos de su pueblo a los docentes y niños que asistieron al concierto pedagógico. |
Estudiantes conocieron el arte nativo norteamericano
Otavalo. El asombro y fascinación de los presentes al escuchar a Robert Mirabal, un indio norteamericano, oriundo de Taos - Nuevo México, evidenció el interés de los niños y adultos por escuchar sus vivencias y tradiciones en el concierto pedagógico Aprendamos, una más de las programaciones del Aguazero.
Vivencias. La relación con la tierra, los pájaros, el agua, los sonidos de la naturaleza, las leyendas de gigantes y espíritus que rodean al ser humano fueron los elementos que formaron parte del espectáculo.
Mirabal manifestó que su misión es compartir la música nativa de su pueblo con el público que asiste a sus presentaciones, que en este caso lo realizará por segunda ocasión el próximo domingo, desde las 20:00 en el centro de eventos La Carpa.
El artista llegó cargado de una larga trayectoria, cuya principal carta de presentación son los dos premios Grammy obtenidos en su país, como mejor exponente de la música nativa y sus largos recorridos por diferentes países del mundo.
Sus canciones, en esencia, hablan de la vida natural, de su tribu, de las vivencias de su gente, de un mundo mágico y lo decía a su público en inglés, mientras un traductor explicaba el mensaje a la niñez otavaleña.
Mirabal se define como un hombre apegado a sus costumbres, tradiciones y a la relación armónica con la naturaleza a través de la música.
Mirabal manifestó que su misión es compartir la música nativa de su pueblo con el público que asiste a sus presentaciones, que en este caso lo realizará por segunda ocasión el próximo domingo, desde las 20:00 en el centro de eventos La Carpa.
El artista llegó cargado de una larga trayectoria, cuya principal carta de presentación son los dos premios Grammy obtenidos en su país, como mejor exponente de la música nativa y sus largos recorridos por diferentes países del mundo.
Sus canciones, en esencia, hablan de la vida natural, de su tribu, de las vivencias de su gente, de un mundo mágico y lo decía a su público en inglés, mientras un traductor explicaba el mensaje a la niñez otavaleña.
Mirabal se define como un hombre apegado a sus costumbres, tradiciones y a la relación armónica con la naturaleza a través de la música.
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